Quiénes somos

La Asociación está formada por todas las familias de la Escuela que tienen diferente procedencia y formación, también por maestros y maestras Waldorf que forman parte activa de la Junta de Gestión de Asociación, y también cuenta con asociados y asociadas que participan puntualmente en actividades, talleres y comisiones, así como de la Comunidad Educativa global que conformamos.

Esta Asociación se caracteriza por ser un grupo pluridisciplinar. Contamos con profesores, artesanos, asesores, ingenieros, diseñadores, administrativos, técnicos…. y cada uno aportamos lo que mejor sabemos hacer al proyecto. Hemos aprendido a coordinarnos y tratamos de maximizar tanto los recursos como nuestra imaginación para mantener la Escuela que hemos soñado y que cada vez acogerá más niños y niñas en Ciudad Real. Tenemos en común una especial sensibilidad hacia la infancia, una preocupación por cambiar las cosas y contribuir en lo posible a su desarrollo de forma respetuosa.


¿Qué reflexiones nos hicieron embarcarnos en este proyecto?

Actualmente los niños viven un ritmo frenético, programados para realizar un sinfín de actividades que les lleve a alcanzar el éxito futuro, alejándolos de su ser más esencial, apartándolos del juego libre, del silencio –tan importante para el pensamiento crítico-, del saber esperar antes de conseguir lo que se desea, de la reflexión, de la voluntad de hacer, de la conexión con la Naturaleza, la que nos proporciona belleza, equilibrio y orientación.

Queremos que nuestros hijos sean sensibles al entorno natural y social, que se adentren en la construcción de mundos posibles, que se expresen con todos los lenguajes, que disfruten del contacto con las producciones culturales, que sean individuos sociales plenos. Queremos que su aprendizaje sea un proceso vivo que se sustente en el respeto a los ritmos madurativos y a las emociones de cada persona, base fundamental para el desarrollo de sujetos libres y en armonía consigo mismos y con la naturaleza.


Al evocar las palabras de Goethe: «Dos cosas deben recibir los niños de sus padres: raíces y alas», Daniel Wirz añade: «…nada es más formador. Los niños quieren echar raíces en este mundo, para ello no debemos cortarles las alas. Solo lo que vivencian los niños a través de los sentidos les permitirá algún lejano día, encontrar respuesta a la pregunta acerca del sentido.»


Por todos estos motivos hemos optado por el estudio, la promoción y la práctica de la pedagogía Waldorf en Ciudad Real, porque sus principios nos sirven de guía y apoyo, y porque su metodología, al respetar profundamente el proceso madurativo de cada niño y cada niña, convierte a esta opción pedagógica en una «Educación para la libertad» y en una «Educación para la vida».